09 marzo 2014

ROSCOS






Como se aproxima la Semana Santa, os voy a ir dando las recetas de los dulces típicos que hago en esta época. Las torrijas, que ya os dí la receta, los roscos y los pestiños que será la próxima receta que comparta con vosotr@s.
Esta receta es la que hacía mi abuela Teresa y que yo sigo al pie de la letra.



INGREDIENTES

  • 3 huevos
  • 950 g de harina de repostería (1 kg menos un poquito, decía mi abuela)
  • 3 sobres de gasificante dobles (el de bicarbonato sódico y el de ácido tartárico y málico), los "papelillos" de gaseosa de toda la vida.
  • 21 cucharadas soperas de aceite de oliva suave (7 por huevo).
  • 21 cucharadas soperas de leche.
  • 21 cucharadas soperas de azúcar.
  • La ralladura de 1 limón.
  • La ralladura de 1/2 naranja.
  • 50 ml de anís dulce (yo uso Marie Brizard)
  • 1 cucharadita(de las de café) de ajonjolí.
  • 1 y 1/2 cucharadita de anís o matalahúva.
  • Para rebozar: azúcar y canela.
  • Para freír los rosquitos aceite de girasol o de oliva de 0' 4°



PREPARACIÓN

Primero, calentar el aceite. Cuando esté caliente retirar del fuego y añadir el ajonjolí y el anís (matalahúva) para tostar. Tened cuidado porque se quema muy pronto, por eso os aconsejo que lo retiréis del calor. Dejar enfriar. Cuando este frío colar y majar en un mortero el ajonjolí y el anís, reservar ambas cosas.

Separar las yemas de las claras. En un bol echar las yemas y batir. Añadir el azúcar, la leche, el anís dulce, la ralladura de limón y de naranja, el aceite (cuando esté frío), el ajonjolí y el anís.



Batir las claras a punto de nieve, con un pellizquito de sal. Cuando estén montadas añadir a la mezcla de las yemas.



Tamizar la harina con el gasificante. Agregar poco a poco sobre la mezcla anterior e ir integrándola en la masa con movimientos envolventes.



Dejar reposar aproximadamente una hora.
Transcurrido este tiempo, hacer los roscos. Yo hago pequeñas bolitas y luego un agujerito en el centro y voy así dándoles la forma. Os ayudará si os impregnáis un poco las manos de aceite.





Preparar un recipiente hondo con abundante aceite para freír los roscos.  Para los dulces prefiero aceite de girasol.

Cuando el aceite esté caliente vamos echando los roscos, bajando un poco la temperatura para que no se tuesten por fuera y queden crudos por dentro.



Os aconsejo, por lo menos en dos ocasiones, colar el aceite y volver a rellenar, para mantener el aceite siempre limpio. Esperar a que vuelva a tomar temperatura el aceite.

Conforme vayáis sacándolos del aceite, colocarlos sobre papel absorbente.

Preparar un plato hondo con azúcar y canela. Una vez escurridos  del aceite rebozar.



Para conservarlos, los meto en una caja metálica o de cartón que cierre bien. La verdad, es que me pongo a repartir y duran poco. Bueno, como también hago pestiños, tenemos para toda la familia.


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